Un logotipo que captura la esencia del renacer; una figura humana que se eleva con las manos hacia el cielo, como quien abraza la serenidad y encuentra en su exterior la paz de su interior. Su trazo fluido es pura poesía visual, una forma que se desliza con naturalidad, entrelazándose con la esencia de una flor, símbolo de vida, delicadeza y fuerza; evocando el florecer, el crecer y renacer.
Las cuatro flores que lo acompañan representan la armonía de una comunidad unida, un espacio de tranquilidad y conexión, un lugar llamado Kantunich.

You may also like

Back to Top